Introducción:Para la realización del cartel de Fallas 2016 he tenido en cuenta, como contexto principal de este año, la posible inclusión de la fiesta fallera en el catálogo de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad de la UNESCO. Las Fallas son candidatas a esta importante y trascendente consideración, y su imagen gráfica puede ayudar a entender la magnitud y el interés de esta fiesta popular.
Por lo tanto, la imagen propuesta trata, además de anunciar y generar interés, de explicar la misma fiesta, poniendo en valor algunos de sus enriquecedores aspectos. También pretende trasladar la mirada de los ciudadanos valencianos, no sólo quienes pertenecen al mundo fallero, hacia algunos de los elementos conformadores de la fiesta de incuestionable valor e interés.
El cartel tiene que considerarse una herramienta de comunicación y no un elemento decorativo o una simple enseña representativa. En el contexto citado anteriormente, y teniendo en cuenta la envergadura del objeto a comunicar, se pondrá en marcha una campaña gráfica compuesta de una serie de carteles coordinados entre sí.
Concepto:De “la estoreta velleta” a la gran fiesta de LAS FALLAS.
Es tradición atribuir el origen de la fiesta de las Fallas al supuesto hecho que en marzo, con el inicio de la primavera, el gremio de carpinteros hacía limpieza de talleres y sacaba borumballes y restos de madera a la calle para ser quemados. Con el tiempo se les unieron los vecinos con la recogida de trastos viejos y objetos en desuso para quemar en la hoguera. Es lo que se conoce como la estoreta velleta. En esta campaña gráfica, uno de los principales argumentos es precisamente esta alusión al supuesto origen histórico, por lo cual desde el estudio de diseño se ha realizado una particular “estoreta”. La recogida de trastos se ha iniciado en el mismo estudio y se ha completado en talleres y el mercado de viejo local que tiene lugar los domingos. La idea era localizar objetos viejos, con los cuales trabajar esta imagen. El material y el inmaterial es otro de los ejes conductores. Los objetos (los trastos viejos) se utilizan como material para ilustrar y referenciar aspectos intangibles y difícilmente medibles por su valor y proporciones, y por su carácter efímero casi onírico: el inmaterial.
De entre los objetos viejos y obsoletos recogidos se han seleccionado aquellos que pueden aportar un contenido simbólico, todos realizados en madera.
Así, tenemos herramientas como por ejemplo el cepillo y el puntacorrent, que representan el trabajo y la tradición de los talleres de artistas falleros y carpinteros. Un metro de madera que representa la técnica y la creatividad, y una escuadra, herramienta tradicional de trabajo de arquitectos y diseñadores que felizmente también se están incorporando a la creación de fallas. Una vieja forma de zapato, en alusión a la vestimenta tradicional. Una trompa por aquello del componente lúdico, del juego y en representación de la infancia. O letras de una antigua imprenta tipográfica, que simbolizan la literatura fallera, el trabajo desplegado por poetas, guionistas y escritores de llibrets, pero también el de estudiosos e investigadores.
Todos estos elementos se sitúan en primer plano, el plano material y de la realidad, pero forman parte de un plano posterior en el cual son representados de manera muy sintética, como si de elementos de señalística se trataran, escenas típicamente falleras: la mujer fallera, la música tradicional, el fuego consumiendo una falla y el humor representado por un muñeco.
La secuencia de imágenes propuesta se inicia con un cartel que introduce la campaña, para finalmente difundir la serie completa de cuatro que componen la imagen gráfica de Fallas de Valencia 2016. Si en el origen de la fiesta se amontonan restos de carpintería y de trastos viejos en una suma colectiva, en la actualidad el material que se suma para construir esta fiesta es el trabajo desplegado por profesionales de un buen número de actividades técnicas y creativas diferentes.
Ibán Ramón