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El lema de la falla municipal 2016, Fallas en el Mundo, es un homenaje a los artistas falleros extendido también a los artistas valencianos de diferentes profesiones artesanas (cerámica, indumentaria, calzado, orfebrería, mueble, etc.) a través del carácter creativo y artístico que impregna al pueblo valenciano.  
El lema de la falla municipal 2016, Fallas en el Mundo, es un homenaje a los artistas falleros extendido también a los artistas valencianos de diferentes profesiones artesanas (cerámica, indumentaria, calzado, orfebrería, mueble, etc.) a través del carácter creativo y artístico que impregna al pueblo valenciano.
La falla juega un papel aglutinador entre las Fallas y la sociedad a través de sus escenas, que son varias figuras a gran tamaño de las fallas más recordadas de la actual plaza del Ayuntamiento, y a su vez son obras de arte que forman parte del patrimonio artístico mundial en diversos países: la Torre Eiffel, la Estatua de la Libertad, el Concorde, y el David y el Moisés, ambas esculturas de Miguel Ángel.
Homenaje a los Artistas Falleros
Los artistas están representados por una gigantesca figura central, que tiene su origen en un proyecto que el propio Manolo García le presentó —y fue aceptado para su estudio— a la Alcaldesa en marzo de 2007. Éste consistía en la misma figura, pero con una altura original de 30 metros y realizada en acero, para que fuera colocada en una de las rotondas de la Ronda Norte cruce con la avenida de Juan XXIII. Este proyecto original fue diseñado por el prestigioso ilustrador Rafael Contreras Juesas, autor de varios carteles oficiales de Fallas.
Vamos a recordar las fallas originales en las que se ha basado, realizando un breve repaso histórico:
Torre Eiffel (1966)

La Torre Eiffel es una estructura de hierro diseñada por Maurice Koechlin y Émile Nouguier y construida por el ingeniero Alexandre Gustave Eiffel para la Exposición Universal de Paris del año 1889. Fue durante años la estructura más elevada del Mundo con 324 metros de altura.
Este principal monumento francés ya había sido reproducido a escala menor pero como remate en dos fallas, en concreto para la Plaza de Mariano Benlliure (1929) y para Cuenca-Gran Vía Fernando el Católico (1964). En 1966, el artista José Barea Sánchez volvió a tomar esta construcción como elemento principal de una falla, esta vez para la de la Plaza del Caudillo.
Obviamente fue reproducida a escala menor, siendo una décima parte de la original. Y aunque inicialmente se anunció en prensa que mediría 37 metros de altura, al final debió quedarse en 32 metros —algo más del doble de lo que medirá la de este 2016—. El lema de la falla ya lo decía todo: Ahí queda eso (“Ahí queda aixó”). Y es que con las cifras del material utilizado en sus dos meses de construcción, no fue para menos: 24.000 kilos de madera, 22.000 tornillos y 350 tableros de madera, que dieron como resultado final una construcción de 25 toneladas de peso. Como curiosidad, se podía acceder por una escalera lateral al primer piso donde era habitual que hubiera un bar para poder tomar algo.
Todo un alarde de ingeniería, que en la prensa de la época fue considerada como una falla “moderna”, y en el que participó un amplio equipo de taller formado por Ramón Navarro, Manuel Oliver, Antonio Martín, Juan Barea, Antonio Monforte, y los carpinteros Toni García, Germán Hernández y José Morató.
Por debajo, las escenas representadas por ninots, giraban en torno a temas relacionados con París: el típico baile del can-can, “si vas a París, papa”, el baile de los apaches, y los artistas vanguardistas del barrio bohemio de la Ville Lumiere.
Estatua de la Libertad (1973)

La Estatua de la Libertad —cuyo nombre oficial es La libertad iluminando el Mundo— es una escultura que fue regalada por los franceses a los estadounidenses en 1886 para conmemorar su independencia y como símbolo de amistad entre ambas naciones. Es obra del escultor francés Frédéric Auguste Bartholdi sobre una estructura interna del ingeniero Alexandre Gustave Eiffel, y fue instalada sobre una isla a la entrada del puerto de la ciudad de Nueva York.
La falla que se plantó en el año 1973 en la entonces plaza del Caudillo tenía por lema La Libertad que, con un presupuesto de 1.100.000 pesetas, fue realizada por el artista fallero Vicente Luna Cerveró y la gente que componía su taller en aquél entonces. El original neoyorkino sólo fue 16 metros más alto que la falla —aproximadamente la mitad—, ya que según la prensa de la época, la figura de la Libertad midió 25 metros de alto que, apoyada en una base de 5 metros, dieron un altura total de la falla de 30 metros.
La magnitud del proyecto comenzó con la maqueta realizada a escala, de unos dos metros de altura. La figura de la estatua tuvo que ser realizada en diez piezas diferentes que serían ensambladas en la plantà. Y en concreto, para la pieza modelada de la cabeza se empleó 7 toneladas de barro.
En su base, la falla contó con 30 ninots —algunos de hasta cuatro metros de altura—, que se dividieron en varias escenas que representaban diferentes maneras que tenía la falta de libertad de manifestarse en nuestra sociedad en forma de dependencia hasta un posible estadio de esclavitud: la mujer con respecto a la moda; el borracho, a la bebida; el futbolista, a su club de fútbol; el jugador, al juego de azar; el avaro, a su obra; el avión, al carburante y los piratas aéreos; la casi nula libertad del Rey; los hombres de negocios, a su teléfono; el amante de los animales —en concreto perros— que vive incluso encadenado a ellos; y el yugo del matrimonio que une al hombre y la mujer. En resumen, la libertad es una utopía para todos.
Concorde (1981)

El Concorde era un avión supersónico fue producto del trabajo conjunto —de donde proviene su nombre como concordia entre países por el desarrollo— de las empresas Aérospatiale (francesa) y British Aircraft Corporation (británica). Estuvieron volando 14 aviones entre los años 1976 y 2003. Este avión, considerado un prodigio de la ingeniería, era capaz de tardar la mitad en hacer un recorrido que un avión convencional.
El avión como pieza principal de la falla de la entonces Plaza del País Valenciano fue elegido por el auge y éxito que tuvo el avión, y con la excusa de su nombre, satirizar las escenas de enfrentamientos y ataques entre camioneros españoles y agricultores franceses que protagonizaron el verano de 1980 como señal de protesta contra la venta más barata de productos españoles en mercados franceses. De ahí que el lema de la falla Concorde… Concordia? invitara a una posible concordia entre ambos países, y en general entre los pueblos y los países de todo el mundo.
Con un presupuesto de 5 millones de pesetas, todas las escenas giraban en al concepto de la concordia: las autoridades españolas invitan a una paella al presidente francés para que se comprometa a que respetarán nuestros productos. Mientras, la crítica al veto francés se representó mediante un toro se sale de la camada y arremete contra un camello cargado de naranjas valencianas. Tres españoles —una verdulera, un pescador y un campesino—, huyen para evitar ser atropellados. Un matrimonio divorciado se da la espalda a la espera de una posible concordia. Y en la sala de espera del aeropuerto, esperan varios proyectos parados para la ciudad de Valencia.
David (1991)

El David es una escultura realizada entre los años 1501 y 1504 por el artista italiano Miguel Ángel Buonarroti. Esta obra cumbre del renacimiento representa al rey David en el momento de enfrentarse al gigante Goliat y fue concebida para la catedral —Duomo— de Santa María dei Fiore (Florencia). Está construida en mármol blanco, con un peso de 5.572 kg y 5,17 metros de altura —algo menos que la reproducción como escena de este 2016—.
En la terreta de l’art fue el lema escogido por el artista fallero José Martínez Mollá para la falla municipal plantada en la Plaza del Ayuntamiento, y que tuvo un coste de 15 millones de pesetas. A diferencia de las anteriores reproducciones comentadas, ésta lo fue a una escala mayor, ya que la figura del David medía 20 metros de altura, por lo que fue considerada en su momento la figura-remate más grande plantada en fallas. La altura total de la falla fue de 28 metros, ya que el David se elevaba sobre un gran pedestal.
La idea general del proyecto fue del propio artista José Martínez Mollá, ya que éste tiene gran admiración por la obra del artista italiano, y le sirvió como eje central para extender el tema como un homenaje al arte valenciano. Tal es la devoción, que para la reproducción a escala de la maqueta estuvo seis meses.
También destacó la colaboración del artista Manolo García en la planificación y disección del remate en diferentes piezas de gran tamaño, y del pintor Daniel López, que consiguió que la figura luciera al conseguir reproducir con enorme fidelidad la tonalidad marmórea del original.
Las escenas reflejaban diferentes tipos del “arte autóctono”. En primer lugar un homenaje al pintor valenciano Sorolla; el arte comercial de los grandes almacenes para comerse al pequeño comercio; la disputa entre el arte clásico y el vanguardista, representada por la disputa de los políticos en la elección del modelo de falla municipal, o la boda en que se conjuga el arte clásico (los novios eran Santa Catalina y el Miguelete) con el arte vanguardista (los padrinos eran la Pantera Rosa y el IVAM); y por último el arte de los políticos, con sus prácticas para conseguir el voto en las elecciones municipales.
Moisés (2014)

El Moisés es una escultura realizada entre los años 1513 y 1515 por el artista italiano Miguel Ángel Buonarroti. Representa a la figura bíblica de Moisés y está realizada en mármol blanco. Aunque originalmente se encargó para la tumba del papa Julio II en la Basílica de San Pedro (Vaticano), al final se colocó en la iglesia de San Pietro in Vincoli (Roma).
La falla municipal de la Plaza del Ayuntamiento del año 2014 llevaba por lema El decàlec del valencià, y que el artista fallero Manolo García reprodujo fielmente la escultura renacentista de Miguel Ángel con un coste de 170.000 €.
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Javier MozasDelegación de Archivo-Biblioteca-Publicaciones