La Batalla de Flores de Burriana concluye la celebración de las fiestas patronales en honor a la Virgen de la Misericordia. 24 carrozas, casi 5.000 kilos de confeti y mucha, mucha diversión, invadieron durante unas horas las calles de Burriana en una cabalgata en la que participaron las principales representantes de las fiestas de Castellón, Valencia y Alicante, así como otras juntas locales de la Comunidad Valenciana. La Fallera Mayor de Valencia, Raquel Alario, y la Fallera Mayor Infantil de Valencia, Clara Parejo, no quisieron perderse la cita y lanzaron cientos de kilos de confeti a los asistentes. También se implicaron en su cometido las recién elegidas Reinas de la Magdalena, Carla Bernat y Lucía Burguete, y las Belleas del Foc, Sofía Escoda y Martina Núñez. Además, asistieron miembros de la Delegación de Cultura y de la de Juntas Locales de JCF; el secretario general, Ramón Estellés, y la vicepresidenta 2.ª, Montse Català, todos ellos invitados por la Junta Local de Burriana.
El evento se caracterizó por la gran germanor festera y vecinal, pues otros de los grandes protagonistas fueron todos aquellos burrianenses que se quisieron acercar para ser partícipes de la fiesta.
El desfile fue clausurado por la esperada carroza de las reinas falleras del 2017, Elena Collado y Silvia Martínez, y sus respectivas Cortes de Honor. Para ellas, la Batalla de Flores supone uno de los últimos acontecimientos de su reinado antes de ceder su puesto a las representantes de las Fallas 2018.
En cuanto a los premios, Barrio Valencia conquistó la primera posición, mientras que el segundo puesto fue para Sociedad San José. Sociedad Club 53 también se subió al podio al alcanzar la tercera posición, y Sociedad Centro España alcanzó el cuarto. Don Bosco y Barrio La Bosca se hicieron con el quinto y sexto premio, respectivamente. Por último, la séptima posición fue para Plaza Chicharro, y la octava para Sociedad de Cazadores.
A las 21:00 horas, los fuegos artificiales de Pirotecnia Martí pusieron punto y final a las fiestas de Burriana. Una mezcla de color y pólvora que encendieron la capital de la Plana Baja para despedir, hasta el año que viene, las celebraciones en honor a la Virgen de la Misericordia.
Fotografías: Josep V. Zaragoza
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