La pirotecnia suministra a todos los continentes y es proveedor de los principales parques temáticos La mascletà del 15 de marzo era una especial no solo porque formalmente iniciaban las Fallas, sino porque en la Plaza de Ayuntamiento disparaba la empresa Ricasa, la pirotecnia en la que trabajaba el pirotécnico fallecido a principios de esta semana. Por esta razón, en su honor no hubo música en el Ayuntamiento antes del espectáculo y se le rindió un minuto de silencio.
Esta mascletà, con la que pretendía despedir a su trabajador, comenzó en seis fases digitales, utilizándo en estas tanto distintos ritmos tanto aéreos como terrestres como sonidos, logrando una combinación armoniosa y divertida, pero siempre manteniendo la esencia de la mascletà tradicional. A continuación, se lanzaron seis retenciones terrestre con acompañamiento aéreo, el cual se acentuó después de la última retención posterior a la entrada del primer terremoto. Para culminar, hubieron cuatro fases de terremoto y tres de final aéreo bien diferenciadas con un magnifico cierre desde todos los puntos de la plaza.
Después de evento, momento en el que los trabajadores de Ricasa y los familiares de la victima mortal se abrazaron con lágrimas en los ojos; el Alcalde de València, Joan Ribó, El Consejero de Cultura Festiva, Pere Fuset y la Fallera Mayor, Rocío Gil bajaron a saludar a Ricardo Caballer a la familia del trabajador que perdió la vida y a entregarle un ramo de flores.
Los invitados al balcón fueron el Conseller de Economia, Rafael Climent, el Conseller d’Educació, Investigació, Cultura i Esport +1, Vicent Marzà Ibañez, la Rectora electa U.V., Maria Vicenta Mestre, Secretario 1º Cortes Valencianas, Emilio Argüeso, Vicepresidenta Diputación, Mª José Amigó y el diputado de las Cortes Valencianas por Compromis, Fran Ferri.
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