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Pirotecnia del Mediterráneo ha recibido una calurosa ovación tras la segunda mascletà del ciclo fallero.   Cuando el termómetro superaba los 20ºC a la una del mediodía, la plaza del Ayuntamiento ya estaba a rebosar. Miles de personas se agolpaban en la popular plaza a la espera de la segunda mascletà del calendario fallero. Pirotecnia del Mediterráneo, una empresa propiedad de Antonio García Juan, auguraba un final apoteósico. Esta pirotecnia, fundada en 2014 por dos jóvenes entusiastas de la pólvora, protagonizó el año pasado la mascletà del 4 de marzo. Pero este año, su cuarto en la catedral de la pólvora, se han adelantado dos días, hasta el día 2 de marzo. 
Como es tradición, los asistentes tuvieron que esperar hasta las dos del mediodía, cuando unas muy puntuales Marina Civera y Sara Larrazábal dieron la orden de iniciar la mascletà al mismo tiempo que repiqueteaban las campanas. Y, así, acompañadas del sol y del calor tan característico de lo que los valencianos denominan «un día de Fallas», ha empezado el espectáculo. 
La mascletà de este sábado, 2 de marzo, se ha caracterizado por combinar la tradición y por potenciar los efectos digitales 360º alrededor de toda la plaza. El inicio ha consistido en cuatro partes aéreas y la parte terrestre se ha dividido en cinco fases. Tras ello, un terremoto final potente y largo ha sacudido la plaza, que ha estallado en aplausos con el aéreo que se ha disparado combinado desde tres puntos diferentes de la plaza. 
Fotografías: Armando Romero
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