Realizaron una visita guiada y acudieron a la inauguración de la exposición de llibrets La Fallera Mayor de València, Marina Civera, su Corte de Honor y el presidente de Junta Central Fallera, Pere Fuset, visitaron el martes 5 de marzo la Universidad de València, en pleno centro de la ciudad. El rector y el vicerrector guiaron a las representantes falleras en una visita en la que pudieron observar, entre otros puntos, el claustro de la universidad original, hoy convertida en el Centro Cultural La Nau, declarado Bien de Interés Cultural en 1981. La capilla o el museo fueron otros dos puntos de esta visita guiada que duró aproximadamente una hora y en la que aprendieron y disfrutaron de la historia y el movimiento cultural que tiene actualmente La Nau.
Más tarde acudieron a la inauguración de la exposición “Cinc centims valia el llibret!: tresors fallers de la Biblioteca Histórica de la Universitat de València”. En el acto también estuvieron presentes el vicerrector de Cultura y Deportes, Antonio Ariño, la directora del Servicio de Bibliotecas, Victoria García, la directora de la Biblioteca Histórica de la Universidad, Mª Jesús García Mateu, y los comisarios de la exposición Josep Luis Marín y Javier Mozas, miembros de la Asociación de Estudios Falleros.
Tanto durante la visita como en la inauguración de la exposición se tuvo muy presente que las Fallas y el mundo académico universitario están muy vinculados y van de la mano, a pesar de que durante muchos años se creía que no era así. Ahora, la Biblioteca Histórica de la Universitat de València acoge una de las más completas colecciones de literatura fallera del último tercio del siglo XIX: un fondo bibliográfico integrado por más de doscientos llibrets de falla, casi la mitad de los cuales son los únicos ejemplares que se conservan.
La exposición suscita interés porque aproxima al visitante a una época en la que las Fallas comenzaban a tener un lugar destacado en el calendario y un momento de tensión entre la fiesta y los intentos de control por parte de las autoridades. En este contexto los llibrets de falla se consolidaron como un producto editorial singular que convivía con otras manifestaciones de la literatura satírica.
En la muestra se puede observar el llibret más antiguo que se conoce, de 1855, escrito por Josep Bernat i Baldoví, y que corresponde a la falla de la plaza del Almudín, así como ejemplares únicos conocidos. A lo largo del recorrido se puede apreciar cómo ha ido evolucionando el llibret con la aparición de varios formatos, la inclusión de nuevos contenidos o la identificación de sus autores.
Fotografías: Armando Romero
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