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Marta Lozano, mantenedora de la Fallera Mayor de Valencia y sus Cortes d’honor, reivindica las fallas «dentro y fuera de nuestras fronteras».  Este ha sido su discurso:
Fallera Major de València, Cort d ́Honor, Excel·lentíssima alcaldessa de la ciutat de València, autoritats, senyor President i membres de la Junta Central Fallera, falleres majors i presidents de les comissions falleres, senyores i senyors, amics i amigues, bona nit.
Orgull, eixa és la paraula per a descriure el que vaig sentir quan em van cridar per a donar-me la notícia que enguany seria la mantenidora de la nostra benvolguda Fallera Major de València, María Estela Arlandis, i la seua Cort d’Honor. I és que, tot i estar acostumada a parlar diàriament davant de milers de persones pel meu treball, no és gens fàcil trobar les paraules per a descriure eixe sentiment de grandíssim orgull que suposa trobar-me hui ací envoltada de tots i totes vosaltres.
Orgull i felicitat però també respecte i un gran sentiment de responsabilitat. Responsabilitat d’estar a l’altura d’este encàrrec, el d’enaltir a María Estela i a les Falles de València, la meua estimada ciutat.
Reconec que el fet de tindre l’oportunitat de conéixer a María Estela de prop, ha transformat tots els temors inicials en ganes i il·lusió per transmetre a tot el món que els valencians i valencianes som molt afortunats per tindre la millor representació que podríem desitjar.
Per això, he de començar donant les gràcies de tot cor pel meu nomenament com a mantenidora, a la Junta Central Fallera i en especial, al seu president Santiago Ballester. Mai hauria imaginat rebre este gran regal, el de tindre l’honor d’ocupar una posició que ha comptat amb antecessors de tantíssim prestigi cultural i intel·lectual, com Antonio Gala, Rafael Alberti, Fernando Vizcaíno Casas o Juan Luís de la Rúa. Ells, amb el seu talent i les seues paraules, feren arribar les Falles i València a tot el món i això és el que tractaré de fer jo hui, mostrar al món sencer les virtuts de la nostra ciutat, d’esta gran festa i de tan alta representació…
(…)
Como la mayoría de todos vosotros, el destino me regaló la grandísima suerte de nacer y criarme en esta ciudad y desde muy pequeña, vivir muy ligada a nuestra fiesta.
La primera vez que mis padres me vistieron de fallera, debía tener tan solo 8 meses. Desde entonces, son muchísimos los recuerdos y experiencias ligados a las Fallas que han marcado mi niñez y mis primeros años de juventud. Desde mi participación en el ‘Cant de l’Estoreta Velleta’ con mis hermanos y mis primos, a las actuaciones y playbacks en la Sala Canal.
Y por eso, hoy, especialmente, tengo en el recuerdo a la comisión de la falla Santa María Micaela-Martí L’Humà, con la que crecí y aprendí, la cultura y los valores que envuelven nuestra fiesta.
Porque al final, creo que el alma y el corazón de las Fallas reside, precisamente, en las comisione. En esos grupos de gente totalmente distinta en cuanto a ideas y formas de entender la vida pero que, aunando esfuerzos y en un ejercicio de civismo ejemplar, encuentran lo que les une, y obvian lo que les separa, para crear vínculos sinceros que se transmiten de padres a hijos y de generación en generación, convirtiendo los casales en hogar.
Así que mantengamos este modelo único, ese que fue parte esencial para que las Fallas fueran declaradas Patrimonio de la Humanidad, sigamos trabajando para que sigan siendo un ejemplo de inclusión, solidaridad, tolerancia, pluralidad y germanor.
Cuando viajo, tengo la oportunidad de conocer a gente de otros países, y al intentar describir la grandeza de nuestra fiesta y de nuestra cultura, me faltan las palabras para explicar en qué consisten nuestras magníficas Fallas… Y es que hay cosas que solo los valencianos y valencianas entendemos… Como el momento en que el termómetro sube, los rayos de sol se abren paso entre las nubes y, alguien lo dice: “Hace día de Fallas”.
Las Fallas son para mí una fuente de orgullo inagotable y también, como no, una gran fuente de inspiración. Permitidme que reconozca que mi forma de entender la vida, no se puede explicar sin mi pasión por la moda y, nuestra fiesta, no sería lo mismo sin uno de sus ingredientes más hipnóticos, coloridos, y fascinantes. Me refiero, por supuesto, a todos los elementos de la indumentaria: la orfebrería, la seda valenciana, los encajes, las manteletas… piezas que han trascendido los límites de la fiesta, como un recurso efectivo en creaciones de grandes diseñadores como Margiela, Reem Acra o mi querido amigo, el modista, Lorenzo Caprile.
Apreciemos esta fiesta y reconozcamos a nuestros artesanos como se merecen.
…Porque las fallas son arte, como el de Joaquín Sorolla, Pinazo o Dalí, pero también son lucha, reflexión y sátira. Una fiesta que es de todos pero que no pertenece a nadie… Una fiesta que transmite ¡Tantas cosas! ¡Tantas emociones! Personalmente, espero ser capaz de contagiar, junto a mi marido que me acompaña aquí esta noche, todo este amor por nuestra cultura y tradición a nuestro hijo Lorenzo que viene en camino y poder forjar en él, recuerdos tan felices ligados a las Fallas como los que nuestros padres nos han permitido tener a nosotros.
(…)
De esa manera, heredando el amor por las Fallas, es como María Estela me ha demostrado que este año, que los valencianos tenemos la grandísima suerte de contar con la mejor embajadora posible.
María Estela es esa mujer fallera, valenciana, de nuestro tiempo. Una mujer con la que muchas otras, como yo, nos sentimos identificadas y orgullosas.
Hay infinidad de palabras que te describen, como tu carisma, tu generosidad o tu cercanía. Sin embargo, estoy convencida que tu particular alegría será una de las virtudes que más satisfacciones nos dará a lo largo de tu reinado.
Estudiante de derecho, activa en redes sociales, la mediana de una familia numerosa vinculada a las Fallas. Encuentro tantos parecidos entre nosotras… Y es que es, curioso cómo la vida y el destino, muchas veces nos sorprende. ¡Quién nos iba a decir a nosotras, la primera vez que nuestros caminos se cruzaron, justo una semana antes de Fallas, que hoy estaríamos aquí, juntas y de esta manera!
¡Me alegro tanto por ti, María Estela! pero también por todos los valencianos y valencianas. Eres una mujer formada, independiente, con una visión clara de futuro y de las Fallas. Oírte hablar de ellas es todo un regalo. Como es haberte descubierto, porque más allá de ser tan guapa por fuera, lo eres aún más por dentro.
Una Fallera Mayor de Valencia que no olvida nunca sus raíces ni a su comisión, de la que lleva formando parte desde hace más de 15 años. La falla Obispo Jaime Pérez–Luis Oliag, que te admira y te quiere.
Sé que te resulta complicado quedarte con un solo acto pero si tuvieras que elegir, ese, sería la Ofrenda, por todo lo que significa. Porque pasar por esa plaza y mirar a los ojos de la Geperudeta es sinónimo de agradecimiento y familia.
María Estela, este año tu ofrenda, como tu reinado, pasará a formar parte de la historia de las Fallas, parte de la memoria de todos los valencianos. Espero que disfrutes mucho de todos estos momentos tan especiales junto a tus hermanos, tus padres y tus iaios Paquita y Manolo, que tan felices y orgullosos están de verte en esa Cadira d’Or esta noche.
Aunque no son los únicos, de alguna forma, sabes que tus abuelitos, Pepe y Fina, están contigo. Ellos te inculcaron todo el amor que tienes por las Fallas y que a día de hoy sigue tan vigente. Igual que tu tío Francisco. A todos ellos les tenemos hoy en el recuerdo y, desde donde estén, seguro que están felices viéndote brillar como Fallera Mayor de Valencia.
Te deseo que toda esa emoción e ilusión que sientes por representarnos a todos los valencianos y valencianas se transforme en felicidad. Como también se la deseo a las doce mujeres de tu Corte de Honor. No tengo ninguna duda que tienen mucho que ofrecer a nuestra ciudad y a nuestra fiesta.
Natalia, la mano derecha de María Estela. Ella es la sensibilidad personificada que aporta cariño y dulzura al equipo.
Bea y su sensatez. Una mujer extraordinariamente detallista que adora a su mascota Teo y cuyo compromiso con las Fallas es incuestionable.
Lucía Pastor aporta alegría pura y amistad sincera. Los que la conocen no dudan en que por fuera es bonita pero por dentro, aún lo es mucho más.
Celia, elegancia, nobleza y distinción, además de bondad infinita. Ella lleva con orgullo la tradición familiar de la fiesta fallera.
Jessica, dulce y divertida, pero también, una de las cabezas del grupo, siempre dispuesta todo, siempre dispuesta a sumar.
Nuria, una pieza clave en esta Corte por su autenticidad, frescura y personalidad. Ella es pura transparencia
Ana no se creía su nombramiento en Fonteta y ahora está viviendo la sorpresa de su vida. Siempre con los pies en la tierra, humilde, sincera y de buen corazón.
Carla, la más pequeña del grupo y ¿por qué no decirlo? la menos protocolaria gracias a su naturalidad. Llena de alegría, diversión e ingenio que contagia a sus compañeras.
Lucía Hernández, prudencia y ternura. Sencilla y cariñosa. La que nunca pone pegas, una pieza fundamental en este puzzle de trece.
Marta es una caja de sorpresas. Parece tímida y protocolaria, pero si la vas conociendo, es el terremoto final de una mascletà. Una amiga de toda la vida para María Estela con la que ha llegado, de la mano, a lo más alto de la fiesta.
Carmen y su inconfundible sonrisa. Su vida es la falla, la de blusón y parka. Sencilla y con ganas de exprimir al máximo esta experiencia.
Lucía Santarrufina, una apasionada del cargo que ostenta. Amable y con un gran sentido de la lealtad. Lucía aporta ese nexo de unión que les hace piña.
Me encantaría decir que todo esto lo sé por lo mucho que os conozco y ojalá poder seguir haciéndolo, pero la realidad es que solo he puesto voz a aquello que María Estela me ha transmitido sobre vosotras con tanto amor y sinceridad. El mismo amor que tiene por las comisiones, por el mundo fallero y por Valencia.
No quisiera olvidarme esta noche de felicitar también a nuestra encantadora Fallera Mayor Infantil de Valencia, Marina García y su lindísima Corte de Honor. Chicas vosotras sois el futuro así que, si ahora sois increíbles, imaginaos todo lo que está por venir.
Todas vosotras, desde ahora, representáis oficialmente a Valencia y a las Fallas, pero queremos más, queremos que dentro y fuera de nuestras fronteras, Valencia se identifique con mujeres fuertes y empoderadas, como vosotras.
Hace unos días, tuve la suerte de conoceros a todas y vivimos juntas un momento que creo que ninguna olvidará jamás. Fue la primera vez para mí, pero también para vosotras, en que las puertas del balcón del Ayuntamiento se abrieron y pudimos ver las vistas desde él. Un balcón en el que aún os esperan, y os deseo, infinitos momentos de felicidad. Donde la pólvora y la alegría se mezclarán para decirle al mundo entero que ya estamos en Fallas.
Me reitero en lo que ya os dije, en lo que es mi gran suerte: yo siempre seré vuestra mantenedora y vosotras mi Corte y mi Fallera Mayor.
Moltíssimes gràcies de tot cor.
Visquen les Falles. Visca València. I visca la nostra Cort i la nostra Fallera Major de València.
 
Fotografías: Fotofilmax (JCF)
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