El desfile pretende unir festejos declarados Patrimonio Inmaterial de la Humanidad La Lonja fue el punto de partida de la cuarta edición de la Cabalgata del Patrimonio en València. Se trata de una cita con la que se pretende reforzar los vínculos de la ciudad con manifestaciones festivas y rituales que, como las Fallas desde 2016, están incluidas en la lista de Patrimonios Culturales Inmateriales de la Humanidad.
El recorrido comenzó a las 18 horas el pasado domingo 10 de marzo y continuó por la calle de María Cristina, la plaza del Ayuntamiento y Marqués de Sotelo. El séquito lo encabezó la Colla de Tabal y Dolçaina de Junta Central Fallera, creada en 1999. Tres años después se incorporó la Escuela de Canto Valenciano de Estilo. Ahora, con cerca de 90 componentes, la Colla participa en diferentes actos oficiales, como por ejemplo las galas de cultura, presentaciones de varios concursos, las exaltaciones de las falleras mayores de València o en la Ofrenda de Flores.
Les seguían los gigantes y cabezudos, cuya presencia es habitual en las celebraciones festivas valencianas. La concejalía de Cultura Festiva ha recuperado en los últimos años la antigua pareja de gigantes que representan Jaume I y Violant d’Hongria, a los cuales se ha añadido desde el 2016 la comparsa de los cabezudos de la ciudad, hechos por José Luis Ceballos y Paco Sanabria.
A continuación, el público pudo disfrutar de la Danza Guerrera de Todolella. En el mes de agosto, durante las fiestas mayores de esta localidad de los Puertos, en la plaza Mayor del pueblo se reúnen los danzantes, que ejecutan sus movimientos en ritmo de tabal y dulzaina. “Armados” con espadas y palos, este baile ancestral evoca una realidad bélica de preparación para la guerra y posterior combate, de características singulares al territorio valenciano.
Los Moros y Cristianos de Bocairent fueron los siguientes, de unas fiestas declaradas de Interés Turístico Nacional con origen a mediados del siglo XIX como parte de las fiestas dedicadas a San Blas. El incremento de los participantes en la festividad y, especialmente, la incorporación de la mujer a todos los niveles, son hitos destacados de los más de 150 años en que los Moros y Cristianos se celebran en Bocairent. La representación de las escuadras que participan en la Cabalgata del Patrimonio vinieron acompañadas por la Sociedad Musical Vila de Bocairent.
Seguidamente fue el turno de la representación del Carnaval de Barranquilla (Colombia), declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad en 2003. Está considerada la fiesta folclórica y cultural más importante del país sudamericano, con más de un millón de personas participantes, entre visitantes y locales. En ella confluyen la totalidad de las variedades culturales y el folclore de la costa del Caribe de Colombia.
En penúltimo lugar desfilaron les Fogueretes de Agullent, fiestas de Interés Turístico Provincial, con origen en el siglo XVII por la curación de la peste bubònica que asolaba la localidad de Agullent, en la Vall d’Albaida. La celebración de la curación, atribuida a un milagro, se manifestó espontáneamente por parte de los vecinos y vecinas con la encendida de fuegos y arcabuces.
Por último, la Tamborada de Alzira, que también es Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Se inscribe en una tipología propia de ritos colectivos basados en el toque simultáneo, intenso y continuado de miles de tambores y bombos, a menudo inscritos en las celebraciones de Semana Santa. La que tiene lugar en la capital de la Ribera Alta se asocia a su celebración religiosa, en la que participan más de 7.000 miembros y está documentada desde el año 1539.
Fotografías: Armando Romero
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