A LA LLUM D’UN CRESOL, LES FALLES PRENEN EL VOL Se extiende este hecho significativo de plantar un parot, cada uno de los falleros y falleras miembros de las comisiones, de tal manera que cada uno confeccionaría su propio parot, sirviendo de esta manera para engalanar el balcón o la ventana con motivo de la festividad de San José, que por cierto es otra tradición, la de engalanar los balcones con banderas que se va desvaneciendo en el tiempo.
1. Se enviará a cada comisión dentro de un lote fallero, un parot pequeño de muestra, a piezas, que sirva de referencia, y al lado las instrucciones correspondientes para su montaje para cualquier miembro de la comisión o amigo de esta que quiera engalanar su balcón con banderas y con el simbólico parot sosteniendo el candil.
2. Ese parot será pasto de las llamas en la noche de la próxima cremà.
Cada fallero bajará su parot a la falla y quemará, como símbolo de la tradición y del empeño de todos a no faltar a ella.
3. El 19 de marzo anunciaremos en el mundo que es San José, pero al mismo tiempo estaremos diciendo que esa llama del “candil” continúa encendida y nos guía irremediablemente al momento en qué podamos plantar y quemar nuestras fallas.
4. En consecuencia, ese día, cuando llegue, quemarán las fallas y en ellas ese espíritu fallero de cada parot será arropado por el fuego.
El parot habrá cumplido la tradición de los carpinteros de formar parte de ese fuego, de esa falla, para celebrar que llega la primavera y que es la festividad de nuestro Patrón San José.