El pasacalles por el barrio del Carmen y el concierto de la banda de música de Benimaclet precedieron la Cremà Tras un recorrido por las calles del Carmen, barrio en el que se originaron las Fallas, la celebración se concentró en la Plaza de la Santa Cruz, donde se contaban los minutos para la quema del monumento fallero. La espera estuvo amenizada por un concierto de la banda del Centro Instructivo Musical de Benimaclet, que interpretaron piezas de zarzuelas. La Fallera Mayor de València, Marina Civera, y su Corte de Honor, no quisieron faltar a la cita.
A las 20:30h, Reyes Martí desató la fiesta con su espectáculo pirotécnico preparado de manera especial para esta celebración. La traca corrida dio paso a la cremà de una falla que tardó en ser pasto completo de las llamas. El monumento realizado por Fet d’encàrrec, en el que se podía observar la figura de una labradora -que representaba a València-, junto a un obrero y un industrial, y que fue plantado en la medianoche del 1 de diciembre, estaba íntegramente compuesto de madera. Se trataba de una reproducción de la falla que en 1895 fue plantada en las calles de Gràcia y Llanterna y que simbolizaba «Les Falles de l’Antigor». Y, como en su momento, ardió al son de La Marsellesa, interpretada por la banda del Centro Instructivo Musical de Benimaclet. No obstante, en esta ocasión, la luz que emanaba el fuego estuvo acompañada también de la de los cientos de teléfonos móviles que registraban la escena para el recuerdo. Así, entre llamas y luces artificiales, la conmemoración del segundo aniversario de la Declaración de las Fallas como Patrimonio de la Humanidad llegó a su fin.
Fotografías: Josep V. Zaragoza
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