Hay noches mágicas, pero la de hoy será especialmente recordada por Rocío Gil y las doce componentes de su Corte de Honor. Silvia, Mireia, Laura, Lucía, Meritxell, Noelia, Estefanía, Marta, Marta, María, Alicia y Lucía se han reunido a las puertas de la vivienda de su Fallera Mayor, Rocío Gil, para acompañarla en uno de los días más importantes de su reinado fallero. Sus primeros pasos hasta la Cadira d’Or comportaban la revelación de uno de los secretos mejor guardados de su reinado: el color de su espolín de Vives i Marí. Ataviada con su traje de valenciana, Rocío Gil Uncio abandonaba el portal de su domicilio con su espolín Marrón Habane. Desde la casa de Rocío, todas ellas se han dirigido al Ayuntamiento de Valencia para efectuar la salida oficial hacia el Palau de la Música. Lo han hecho en los tradicionales coches de época.
Rocío se ha reunido en el Ayuntamiento de Valencia con su mantenedora, la periodista Ana Cuesta, y con Pere Fuset. Junto a ambos, Rocío Gil se ha desplazado hasta el Palau de la Música en un Rolls Royce Phantom III del año 1937.
Las primeras en llegar al majestuoso Palau de la Música fueron las integrantes de la Corte de Honor. Como es tradición, llegaron por parejas en diferentes vehículos tradicionales: un Mercedes Benz 220 w187 (año 1953) en color granate-negro; un Ford A Sedan (alño 1930), de color verde-negro; un Chevrolet Universal (año 1930) en color granate-negro; Studebaker President (1927), de color azul marino; un Pontiac Limousine (año 1933), de color blanco; y por último, un Kissel 73 Six (año 1929), de color azul-negro.
Tras ella aparecía Rocío Gil, visiblemente emocionada y ataviada con su espolín de Vives i Marí, que ha hecho entrada por un pasillo formado por su Corte, al ritmo de las dulzainas y los tabales que tocaban para armonizar su camino.
Fotografías: Armando Romero
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