A dos meses de la Plantà entramos en taller y conversamos con los internacionales artistas valencianos
Con la cara cubierta por una máscara y un bote de espray en la mano, ataviados con su particular uniforme de sudadera gris con capucha y subidos a un andamio. Así nos reciben en el taller de Latorre y Sanz los artistas valencianos PichiAvo que trabajan sin apenas descanso para dar vida a la falla municipal que dentro de dos meses lucirá plantada en la plaza del Ayuntamiento de Valencia.
Sin duda, Juan Antonio Sánchez, Pichi, y Álvaro Hernández, Avo, están frente a uno de sus encargos más especiales en los doce años que trabajan juntos. “Era fácil imaginar que algún día llegaría esta unión. Ambas disciplinas, el grafiti y las fallas, son arte urbano y efímero. Además ha supuesto una oportunidad única para plasmar nuestra obra en 3D con una proyección enorme, algo en lo que ya estábamos trabajando pero que ahora se hace realidad a lo grande en una falla de 26 metros”, apuntan.
Bajo el lema “Procés creatiu”, PichiAvo reivindica “el gran trabajo de los artistas falleros” y que no siempre se valora. De hecho, observada desde cerca la falla deja al descubierto los materiales de los que está compuesta como la vareta de las figuras que compone el lienzo sobre el que ellos pintan o el cartón piedra que no pulen para que se aprecie más su textura y lo artesanal.
“Normalmente cuando la gente ve las fallas o cualquier obra de arte se fija en el resultado final pero no sabe el impresionante trabajo que hay detrás, por eso es bueno que se vea y se valore porque es una pasada”, señala Pichi.
En su concepto, PichiAvo se mueve de esta manera entre la fusión de lo moderno del acabado de la falla y lo clásico del material con el que está compuesta. Entre lo moderno del grafiti y lo clásico de las figuras grecorromanas sobre las que superponen la pintura.
Sin duda este estilo es el sello PichiAvo que ya es inconfundible en todo el mundo y que ahora se abre camino y se da a conocer más todavía en su tierra. “Acostumbrados a trabajar siempre por todo el mundo estar ahora en casa es un lujo. Cerca de los amigos, de la familia y disfrutando de la Valencia que tanto queremos”, apuntan.
GRAN EQUIPO CON LATORRE Y SANZ
En cuanto al trabajo con los veteranos Pepe Latorre y Gabriel Sanz, los artistas aseguran que en el taller nadie es jefe de nadie sino que han formado todos un gran equipo en el que se encuentran muy cómodos. Hay una gran complicidad entre ellos que se percibe sin necesidad de explicarla.
“Da respeto trabajar con personas con tanta experiencia como ellos, pero nos hemos entendido a la perfección. Desde el primer momento han sabido visualizar perfectamente lo que queríamos crear y hemos ido todos a por ello”, resalta PichiAvo del trabajo de los artistas falleros que consideran “de primer nivel”.
Juntos han hecho realidad una propuesta artística “diferente, rompedora y que esperan que no deje indiferente a nadie”. “Lo importante es que la gente piense y reflexione sobre lo que proponemos, porqué el grafiti, porqué la escultura clásica, descubrir el trasfondo cultural que hay, nuestras raíces y el mensaje que queremos transmitir”, explica Avo.
A la hora de ir a ver la falla municipal, sus creadores recomiendan verla toda como un conjunto y no tener una perspectiva fija, sino ampliar la visión y fijarse en los detalles, dar toda la vuelta, buscar las frases y las palabras pintadas que van dando sentido a toda la obra.
Y después las llamas, lo efímero, algo a lo que PichiAvo no le tiene miedo, sino que ve como un valor añadido a su obra. “Se trata de crear oportunidades nuevas en la ciudad. Si estamos todos acostumbrados a ver siempre la misma imagen al final no la valoras ni genera en ti ningún sentimiento, pero si se va reciclando a lo largo del tiempo, activa el pensamiento de los ciudadanos, se plantean nuevas cuestiones”, afirman los artistas.
PICHIAVO Y LAS FALLAS, DE VALENCIA AL MUNDO
El hecho de que la firma de este tándem de artistas sea reconocida en todo el mundo hará sin duda que la falla municipal de este año tenga una gran proyección internacional. Un fenómeno que ya se vivió el año pasado con OKUDA y que este año se repite de la mano de unos embajadores valencianos que aunque no les resulta tarea sencilla, consiguen explicarles las Fallas a sus colegas extranjeros.
“Aunque al principio les cuesta un poco, después de explicárselo sienten mucha curiosidad por la fiesta, por Valencia y por todo lo que aquí vivimos. Para nosotros es algo muy bonito contarles de dónde venimos, explicarles porqué mantenemos el estudio aquí y darles a conocer nuestra ciudad que artísticamente hablando no siempre se ha valorado como sí Barcelona o Madrid”, aseguran.
Por delante les quedan dos meses intensos de mucho trabajo, centrados de manera más inmediata en el ninot de la Cabalgata del Ninot que tiene que estar listo a finales de este mes, “uno de los secretos mayor guardados y que contendrá gran parte de la sátira de la falla”.
Aunque su obra sea pasto del fuego el próximo 19 de marzo, sin duda el espíritu de PichiAvo permanecerá para siempre, porque este dúo de artistas valencianos no sólo ha impregnado el taller de Latorre y Sanz de color y de un intenso olor a pintura, sino que lo ha llenado de frescura, espontaneidad y de mucha ilusión. Ilusión por el trabajo bien hecho, por la pasión con que plasman su arte y filosofía de vida en cada una de las figuras que se alzarán dentro de muy poco en la plaza del Ayuntamiento.
Fotografías: Armando Romero.
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