València celebra el día grande de la festividad de la patrona recuperando la normalidad

Las Fallas, protagonistas de los actos del fin de semana «más bonito del año» La ciudad de València ha celebrado, tal y como es tradición, el segundo domingo de mayo, la festividad de la Virgen de los Desamparados, patrona de todos los valencianos y valencianas, que este 2022 ha recuperado la completa normalidad y que, como es habitual, ha contado con la participación del mundo fallero en los actos del día grande de la Geperudeta.
Las actividades empezaron desde las 8 de la mañana, cuando la plaza de la Virgen, atestada, acogió la celebración de la Misa d’Infants, que estuvo presidida por el arzobispo de València, Antonio Cañizares, y que contó con la participación de la Fallera Mayor Infantil de València, Nerea López Maestre, y su Corte de Honor, que ofrendaron en nombre de todas las niñas y niños de la ciudad.
A la misa asistió la Fallera Mayor de València, Carmen Martín Carbonell, aunque se mantuvo en una segundo plano para que su compañera infantil tuviera unas palabras en representación de todos los niños de València y realizara una ofrenda floral a la Virgen. Asistió también el concejal de Cultura Festiva y presidente de Junta Central Fallera, Carlos Galiana.
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A las 10:30 horas empezó el traslado de la Virgen que, desde la Basílica, rodeó la plaza de la Virgen, continuó por calle de Micalet y acabó en plaza de la Reina, entrando a la Seo por la puerta de los hierros. Centenares de devotos acompañaron a la Virgen que fue la figura estelar del traslado. La Fallera Mayor Infantil y su Corte de Honor tuvo unas vistas privilegiadas desde la Casa Vestuario.
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A mediodía, el epicentro festivo se trasladó a la plaza del Ayuntamiento, donde pirotecnia Aitana disparó una mascletà, que fue la que la lluvia obligó a suspender las pasadas Fallas. Con una plaza atestada, la pólvora volvió a invadir el cielo de la ciudad, bajo la mirada de las Falleras Mayores de València y sus Cortes de Honor desde el balcón del edificio consistorial.
Ya por la tarde fue el turno para la procesión vespertina. El festejo procesional, que por última vez se celebró al 2019, fue abierto por las Falleras Mayores de València 2020-2021, Carla García y Consuelo Llobell, y sus Cortes de Honor, y a continuación por los presidentes y presidentas y falleras mayores, tanto infantiles como adultas, de las casi 400 fallas de la ciudad. Después de ellas y ellos vinieron las Falleras Mayores de València, Nerea López y Carmen Martín, y sus Cortes de Honor, así como los representantes de la Junta Central Fallera. Continuaba la comitiva de representantes de asociaciones y cofradías, para ser cerrada por la más importante, la más esperada. La Virgen de los Desamparados, que en calidad de alcadesa perpetua, fue cargada por regidores y regidoras de Ayuntamiento.
La procesión cambió ligeramente su recorrido e incorporó alguna novedad. Salió, como es habitual, desde la Catedral y, a su paso por la plaza de la Virgen, la imagen de la Virgen fue la primera que piso la alfombra que se ha elaborado el mismo domingo, con más de 5.000 flores, un homenaje ofrecido este año a la Patrona por la Asociación de Alfombristas do Corpus Christi de Ponteareas. Se mantuvo el recorrido habitual por la calle Caballeros, Plaza del Tozal, Bolseria y Plaza del Mercado, pero en este punto se ha evitado el paso por la calle Maria Cristina y, en su lugar, la procesión ha pasado por las calles Trench y San Fernando, por la que ha salido a la calle San Vicente y llegado hasta la Plaza de la Reina.
Este año, a causa de las obras, la procesión no ha podido atravesar la Plaza de la Reina para acceder en la calle del Mar, por lo que ha seguido unos metros por la calle de la Paz y girado en la calle Lluís Vives para desembocar en la calle del Mar y continuar el itinerario por la calle Avellanas y Palau y la Plaza de l’Almoina hasta finalizar en la Basílica.
Para culminar en la Basílica, recibió los vítores y aplausos de valencianos y valencianas emocionadas al ver a su patrona desfilar bajo la lluvia de pétalos de flores antes de entrar, arropada por el afecto y la devoción de la ciudad.
Fotografías: Armando Romero (JCF)
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