Skip to main content

Este 28 de mayo, el Palau de la Música de Valencia ha acogido el solemne acto de entrega de las Medallas de la Gratitud de la Ciudad de Valencia, una distinción que el Ayuntamiento de la ciudad ha concedido por primera vez en democracia a un total de 67 entidades, instituciones, empresas, colectivos y ciudadanos por su colaboración y entrega tras el trágico incendio del barrio de Campanar, ocurrido el 22 de febrero de 2024.

El acto ha estado presidido por la alcaldesa de Valencia, María José Catalá, acompañada por el concejal de Cultura, José Luis Moreno, y el secretario del Ayuntamiento que ha sido el encargado de dar lectura al acta en la que se aprobaron dichas distinciones. Una lectura que se ha llevado a cabo después del minuto de silencio en memoria de las 10 personas fallecidas en el incendio.

Entre las entidades homenajeadas se encontraba el colectivo fallero, que desde el primer momento se movilizó de manera ejemplar para ayudar a las vecinas y vecinos afectados por la tragedia. La medalla ha sido recogida por el presidente de la Federación de fallas Benicalap-Campanar, en representación de todas las comisiones falleras del barrio que prestaron su colaboración en forma de recogida de material, donaciones, ayuda logística y apoyo emocional. De esta manera se pone de manifiesto que las Fallas, más allá de su componente festivo, son también una red activa de apoyo y solidaridad.

Acompañando a las instituciones, y como muestra de ese compromiso del mundo fallero con la ciudad, han asistido al acto las Falleras Mayores de Valencia, Berta Peiró y Lucía García, junto a sus Cortes de Honor y al presidente de JCF y concejal de Fallas, Santiago Ballester.

Durante el acto, la alcaldesa ha hecho entrega de medallas a colectivos como la Policía Local, Bomberos, Guardia Civil, Policía Nacional, Unidad Militar de Emergencias (UME), Cruz Roja, colegios profesionales, hospitales, universidades, asociaciones vecinales, empresas privadas y muchas otras entidades.

Como portavoz de todas ellas ha tomado la palabra Amalia Correcher, de la Asociación Valientes que, tras narrar cómo vivió el suceso aquella tarde ha agradecido la “ola de solidaridad abrumadora” con la que reaccionó la ciudadanía de Valencia. Correcher ha añadido que “esta medalla no es un reconocimiento institucional cualquiera. Es la forma que tiene una ciudad entera de abrazar a quienes la defendieron, la cuidaron y amaron en sus horas más oscuras. Esta medalla pesa porque está llena de agradecimiento, de dignidad, verdad y humanidad”.

En sus palabras, María José Catalá ha remarcado la relevancia de estos reconocimientos: “Valencia es una ciudad agradecida. Una ciudad que, ante la tragedia, respondió con una ola de solidaridad sin precedentes. Esta medalla es un gesto cargado de sentido, sentimiento y dignidad”.

La alcaldesa de Valencia ha querido subrayar que todos fueron «la parte esencial de esa respuesta: 67 gigantes solidarios que acudieron en auxilio de más de 100 familias, pero que levantaron a una ciudad entera cuando se rompía. València es una ciudad que está hecha de gigantes”.

El evento ha contado con intervenciones musicales a cargo de la Banda Municipal de Valencia, que puso el broche con la interpretación de los himnos a una ceremonia cargada de emoción, respeto y agradecimiento.

Estas distinciones se crearon en 1957 y fueron concedidas por primera, y hasta ahora única vez, en 1958 para agradecer la ayuda recibida después de la histórica riada del año anterior. Por eso, estas Medallas a la Gratitud son más especiales todavía, porque están cargadas de sentido, de sentimiento y de dignidad.

Fotografías: Fotofilmax (JCF)